Archive for julio, 2011

Constucción:El poder de los materiales

Jueves, julio 28th, 2011

Mientras el costo de la construcción y la mano de obra suben a un ritmo del 25% anual por la inflación, los precios sólo convalidan incrementos de hasta 10% al año. Cómo minimizar el impacto del costo de obra, que ya supera los US$ 1000/m2, en la rentabilidad del negocio. Las estrategias de 20 players del sector.

El mercado se recupera. Esta frase no es un simple deseo ni tan solo el reflejo de los índices del sector, sino que es convalidado por las empresas que fabrican y venden materiales y productos para la construcción. «Todos los indicadores muestran un importante nivel de actividad, sobre todo en el sector inmobiliario. El incremento del último mes es del orden del 14% . Los permisos de construcción también se recuperaron. Este indicador adelanta lo que sucederá en el futuro inmediato», cuenta Fernando Lago, gerente del departamento técnico de la Cámara Argentina de la Construcción. Se refiere a los 641.006 m2 a construir en 42 municipios, según el último informe del mes de mayo del ISAC (Índice Sintético de la Construcción) elaborado por el INDEC. Este dato representa un aumento del 1,2% comparado con abril de 2011 y del 14,9% contrastado con mayo de 2010.
Con respecto a los costos, «el incremento, no solo relacionado con los insumos sino con la mano de obra, reduce el margen de rentabilidad de los emprendimientos siempre que sus precios de venta en dólares se mantengan. Y esta parece ser la tendencia», agrega Lago. Según el índice de costos para edificios entre medianeras, elaborado por Reporte Inmobiliario en base a cómputo y presupuesto mensual, los incrementos estuvieron más estables durante junio y, comparada con mayo, no pasaron el 2%. Mientras que el costo de obra por m2 vendible ya supera los u$s 1.020. «El material tradicional que más incide en la obra es el cemento y luego, el acero. Después, posiblemente, continúan los cerámicos, las broncerías y los materiales eléctricos, pero en menor proporción», sigue Lago. En cuanto a la iluminación, «los costos representan entre un 3 y 5% del valor total de la obra. Por supuesto, dependiendo del segmento, ya que en los edificios comerciales o en casinos puede ascender al 7 ó 10 % del total», comenta Gladys Gatti, gerente comercial de Philips Lighting de la región Sur. «Una casa equilibrada debería contemplar entre un 5 a un 7% del total de la inversión para el rubro cortinas», estima Oscar Tojo, Gerente General de Hunter Douglas Argentina.

El análisis de las empresas

En junio el Índice Construya (IC), que mide la evolución de los volúmenes vendidos al sector privado de los productos de las 12 empresas que conforman el Grupo (Construya), experimentó un alza del 6,4% interanual y finalizó el primer semestre del año 10% arriba del mismo lapso del año pasado.
Después de 100 años en el mercado, Ferrum vivenció todos los ciclos del país. «Las crisis y las épocas de prosperidad modifican la demanda entre productos básicos, intermedios y de lujo. El ejemplo más reciente fue, con la crisis mundial de fines del 2008, la vivienda económica impulsada por el gobierno para mantener la economía del país. Esto generó un incremento de los productos básicos», sostiene Miguel Viegener, gerente comercial de la compañía. FV coincide: «Luego del bajón del 2009, el mercado crece en forma sostenida, migrando algo hacia los productos más económicos. Aunque, en los últimos meses, se nota un aumento de la demanda de productos de precios medios y premium. También se observa un cambio en el tamaño de las obras en ejecución, que ahora son mayormente medianas y hasta el año pasado eran grandes», agrega José A. Rodríguez, gerente Comercial. Mientras tanto, Ricardo Wagner, gerente general de Hydro Aluminium Argentina aporta: «Ha crecido la demanda de productos de alta gama, aunque el mayor volumen sigue estando en los segmentos más básicos. La oferta ha aumentado y mejorado siguiendo esa tendencia».
En el segmento de pinturas esperan que en 2011 crezca la demanda de productos de terminación de obra, como resultado de la recuperación de 2010.»Para el segmento de nueva construcción esperamos un crecimiento de hasta un 7% con respecto a 2010. Un tema a destacar es que en los últimos tres años la tendencia de consumo muestra el incremento de productos premium de alta prestación comparados los económicos. Esta migración hacia productos de mayor calidad ha sido favorecida por el aumento de mano de obra que hizo que la incidencia de los materiales sea menor en la obra terminada, pudiendo así ofrecer construcciones con mejor terminación y una garantía de durabilidad mayor», opina Alberto Benavídez, presidente de Sherwin Williams.
Un sector que se expande es el de la construcción en seco. «En los últimos 14 años, el consumo de placas de yeso en el país se quintuplicó. Pasó de 0,1 m² per cápita en 1997 a 0,5 m² hoy. Está bastante por encima del promedio sudamericano, que es de 0,33 m² por habitante al año, aunque todavía está lejos de los 2,5 m² de Alemania o de los 12 m² por año y por persona que se consumen en los Estados Unidos», dice Corinna de Barelli, gerente de Marketing de Knauf Argentina. El crecimiento es por la rapidez de este sistema constructivo y la inferior cantidad de mano de obra requerida, entre otras características. «Además, sólo en materiales cuesta igual o menos que la construcción tradicional. Por ejemplo, un cielorraso de construcción en seco es 90% más barato que uno tradicional y un tabique de construcción en seco es 38% más barato que una pared de mampostería tradicional. En revestimientos directos, medio tabique, tabique y cielorraso, el costo de materiales y mano de obra es casi la mitad del de su equivalente en construcción tradicional», agrega la gerente.

Qué piden los desarrolladores

El crecimiento sostenido es un común denominador en todas las empresas consultadas, aunque los porcentajes respecto del 2010 varían entre el 5% y 35%. «Tenemos expectativas de crecimiento para este año del orden del 10 % respecto del 2010», dice Mario Casaco, gerente de marketing de Loma Negra. «Está alrededor de un 5% por encima del año pasado y continuará en un porcentaje similar», estima Viegener de Ferrum. «Con respecto al año pasado registramos un crecimiento de un 25%. Como es un producto estacional, nuestra expectativa es lograr que la venta de equipos a leña se mantenga fuera de temporada», explica Inés Dedola, product manager de la Oficina de Ventas de Schott Argentina.
En cambio, para los productos Amanco la demanda sigue creciendo, aunque a menor velocidad de que en 2010. «Si bien las elecciones generan un clima de incertidumbre, la construcción sigue siendo la alternativa más elegida al momento de invertir. Por este motivo, nuestras expectativas son que la demanda continúe en este nivel por el resto del año», espera Santiago Armestoy, gerente comercial retail de Mexichem Argentina. «El flujo interanual de la demanda, respecto del año pasado, expresó un incremento del 40%. No obstante, proyectamos para este segundo semestre un alza del 30%», explica Rodolfo Prego, socio gerente de Hormilosa.
«La demanda se mantiene firme, sobre todo en los mercados de alto precio. La evolución de ventas, comparada contra el año pasado, subió 25% en dólares. Para el año entrante esperamos mantener esta tasa», opina Oscar Tojo, gerente General de Hunter Douglas Argentina, quien explica que este crecimiento en el rubro de cortinas se debe al aumento de la superficie vidriada en las construcciones y la eliminación de las persianas de exterior. «En buenas casas puede implicar hasta dos cortinas por ventana, una para dormir y otra más decorativa, aunque los desarrolladores no están interesados en entregar las unidades con cortinas, salvo excepciones. Lo que más pide el mercado, en general, son cortinas del tipo black out sobre todo para los dormitorios», agrega.
En cuanto a los cambios del mercado y lo que piden ahora los desarrolladores, la sustentabilidad es uno de los puntos ineludibles, además de las cuestiones obvias como la necesidad de diferenciarse y la relación entre precio y calidad. «Corian tiene una carga de componente sustentable y de material reciclado. Eso aporta puntaje para la certificación LEED, por eso lo ven como un producto diferencial», cuenta Vanesa Zucchi, gerente de marketing y ventas de DuPont Surfaces Cono Sur. Aunque agrega que este material recién se incorpora en la etapa final de la obra y resulta difícil lograr que se mantenga la especificación inicial respecto del producto, porque ahí empiezan las reducciones que corrigen los desvíos de presupuesto para no encarecer el costo total de la obra.

Precios e inflación

En este punto las medidas adoptadas por cada empresa son bien distintas. «No incrementamos los productos de acuerdo al proceso de inflación actual. Los aumentos fueron estrictamente establecidos según nuestra propia estructura de costos. Lo que más subió fue la mano de obra. Nuestro sistema productivo sensiblemente automatizado, e insumos plásticos importados, nos ayudaron a trasladar aumentos de precios muy razonables», dice Alejandra López, gerente de marketing de Cambre. En cambio en Peisa, «además de la inflación, muchos de nuestros insumos se ajustan a las variaciones del dólar y euro, haciendo que no siempre se puedan absorber los incrementos por el nivel de competencia de importación hasta el 2010. En este año la tendencia pudo mejorarse», sostiene Mariano Salgado, gerente Genera de la firmal.
«Los precios de nuestros productos han quedado rezagados respecto de los costos y la inflación, en promedio existe una brecha entre precio real y de mercado del orden del 14%», cuenta Nello Tarquini, presidente de Molinos Tarquini.
Mientras que en Bagnara los precios suben, «pero el movimiento en este rubro sigue en alza. Sigue siendo un sector en donde los precios no impactan en el crecimiento», agrega Sebastián Arias, gerente Comercial. En cuanto al porcentaje de aumento, también hay variaciones. FV subió entre un 7 y un 12%, dependiendo de la gama de productos. Hunter Douglas tuvo un incremento del 12% anual. «En la medida que los productos se masifican los precios van bajando, actualmente en el orden del 10% al 15% con respecto al año pasado, dependiendo del producto», agrega Gatti de Philips. «Los precios evolucionaron de acuerdo a las subas en materias primas pero mucho menos que los costos laborales», advierte Mariano Bó, director General de Weber Saint Gobain.
Frente al estancamiento del dólar, las empresas que trabajan con productos importados se beneficiaron porque al no aumentar los precios se volvieron más competitivas frente a competidores locales. «La inflación no es un parámetro para nosotros, dado que se trata de productos importados», cuenta Ramiro Rotelo, responsable de marketing y ventas de Tyvek en Argentina. «Sólo en aquellos que son de producción local con componentes importado, fueron afectados, en los valores de mano de obra y de algunos incrementos en los commodities, como el aluminio», agrega Wagner de Hydro. En cambio, en Isover están tratando de no perder márgenes. «Lamentablemente, los productos importados que ingresan al país en condiciones de dumping están afectando la rentabilidad», asegura Néstor Silva Gómez Director General de Saint-Gobain Isover Argentina.
Otra empresa que decidió absorber los aumentos para no trasladarlos al cliente, fue Sherwin Williams. «La volatilidad en el mercado internacional de materias primas, con marcada tendencia alcista nos presionan enormemente en términos de precios. Dado que el sector de pinturas es muy competitivo, realizamos un esfuerzo para mantener el equilibrio de los precios de los productos y la competitividad en el mercado”, comenta Benavídez.
A pesar de las restricciones a la importación, este mercado prácticamente no se vio afectado salvo algunas excepciones. «El 90% de nuestros materiales son importados. Desgraciadamente no hay proveedores locales confiables que permitan trasladar una garantía de cinco años al público, como hace nuestra empresa. La importación afecta bastante, sobre todo en sobrecostos de tiempo de despacho a plaza y financieros por el tiempo que está la mercadería en aduana», cuenta Tojo. En cambio Peisa, una empresa que fabrica radiadores eléctricos, este año tuvo «un impulso extra a raíz de las restricciones a la importación que comenzaron a regir en marzo, sobre artículos específicos para la calefacción, que tienen por objetivo proteger e impulsar la Industria Nacional», agrega Salgado.

Expectativas

En la anteúltima reunión del comité de Real Estate de la Cámara de Comercio de los Estados Unidos en la Argentina (Am Cham), Eduardo Spósito, CEO de Bovis Lend Lease para LatAm y el Caribe, aseguró que «definiendo bien la eficiencia de la utilización del espacio, especificando bien los materiales y las formas de cómo construir, se puede bajar casi un 10% del costo de la construcción». Por otro lado, agregó que gestionando bien todas las etapas, el edificio puede terminarse en un tercio o menos del tiempo establecido y eso implica alrededor de un 20% menos de mano de obra, que representa entre un 7 y un 9% del costo de la construcción. «Y eso es solo planificar cómo se va construir o usar andamios que no tengan que estar atados, o trabajar con las grúas que debería y no con las que ya tengo amortizadas. También es fundamental la gestión de compras. En un lado la arena la venden el doble que en otro, por ejemplo», agregó.
Con respecto a soluciones o al futuro de esta industria, otra vez la sustentabilidad se enarbola como bandera. «Sin lugar a dudas, el único camino posible para nuestra industria es ir hacia el desarrollo de negocios sustentables, es decir que estén alineados con la triple línea de resultado y por tanto que cada proyecto sea ambiental, social y económicamente posible y viable», asegura Casaco de Loma Negra. «Entendemos que el mercado está encaminado hacia una construcción sustentable, que es mucho más que considerar únicamente al aspecto ecológico. Este concepto también refiere a una solución de vivienda accesible para nuestra gran masa poblacional con eficiencia económica para lograr sostenibilidad en el negocio de la construcción», agrega Bó de Weber. Otra puerta abierta es el déficit habitacional «Por lo cual es un mercado que tiene que seguir creciendo. De tal forma, la tendencia apuntaría hacia un sector que busque oportunidades para ese crecimiento», concluye Silva Gómez de Isover.

Ver nota original en Cronista.com

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Tras dos bajas consecutivas, se recuperó la venta de inmuebles

Martes, julio 12th, 2011

En mayo el número de escrituras creció 6,8% y el precio promedio subió 13,4 por ciento

Diario Clarín,  Buenos Aires, 12 de Julio de 2011.

Alfredo Sainz
LA NACION

Después de dos meses en baja, el mercado inmobiliario volvió a mostrar una recuperación en la demanda. De acuerdo con los datos oficiales suministrados por el Colegio de Escribanos de la ciudad de Buenos Aires, en mayo se concretaron 5515 operaciones de compraventa de propiedades, lo que implica una suba del 6,8% en relación con el mismo mes de 2010.

La suba en mayo permitió cortar con una pequeña racha negativa que se había iniciado en marzo pasado, cuando las ventas habían tenido una caída interanual del 0,7%, y que se había profundizado en abril, con una baja del 1,3 por ciento.

La suba en el número de operaciones fue acompañada por un incremento aun mayor en el monto total de las operaciones, que sumaron $ 2162 millones, lo que implica un alza del 13,4% frente a mayo de 2010 y un valor promedio por unidad de casi 400.000 pesos (o cerca de 100.000 dólares).

En su informe mensual, los escribanos porteños destacaron que el aumento medio del valor de las transacciones se ubicó considerablemente por debajo de las subas que reflejó el Indec en el promedio de los salarios nacionales y en el costo de la construcción. «De este modo, el monto medio de las transacciones representó ahora menos del equivalente a 93 salarios, constituyendo la menor relación desde febrero de 2009», precisó el informe del Colegio de Escribanos.

Desarrollos premium

Entre enero y mayo de 2011, se concretaron 22.763 actos de escritura, por un monto global de $ 9314 millones, en lo que constituye el nivel más alto para el período desde 2008, y se ubica claramente por encima de las operaciones acumuladas en los primeros cinco meses de 2009, cuando el mercado argentino registró el fuerte impacto de la crisis financiera internacional.

Incluso, en el equivalente en dólares se superó en 9,9 por ciento la marca máxima que para los primeros cinco meses del año se había anotado en 1998, en plena vigencia del 1 a 1 de la convertibilidad.

«Este fenómeno parece consistente con el auge que en los últimos trece años se verificó en los desarrollos inmobiliarios del tipo premium, en varios puntos de la ciudad», destacó el informe.

En el mercado explicaron la recuperación de la demanda como un efecto de la falta de alternativas de inversión que enfrenta la economía argentina. «Hay un repunte en el número de escrituraciones y en los registros de la propiedad inmueble, que se explica porque continúan sin existir muchas alternativas de ahorro e inversión», explicó Germán Gómez Picasso, director de la consultora especializada Reporte Inmobiliario.

El diagnóstico es compartido por Carlos Sotelo, presidente de la inmobiliaria porteña Sotelo Propiedades y director de la Cámara Inmobiliaria Argentina, que destacó que más allá de las bajas de marzo y abril, las ventas están «firmes», impulsadas por la demanda de propiedades de uno y dos ambientes.

A cubierto de la inflación

«Hoy el pequeño inversor sigue siendo el mayor operador del mercado. Se trata de compradores que quieren poner su dinero a cubierto de la inflación y a los que las tasas de los bancos no les resultan atractivas», explicó el empresario.

Los operadores del sector, además, se mostraron confiados en que los precios de las propiedades se mantendrán sin cambios durante los próximos meses y que no habrá un impacto derivado de las elecciones presidenciales.

«Los precios se van a mantener, siempre y cuando no se produzcan grandes variaciones en los costos de las construcciones», advirtió Sotelo.

Por su parte, en Reporte Inmobiliario precisaron que la tasa promedio de aumento de las propiedades en Buenos Aires ya registró una importante desaceleración en el último año. «Los inmuebles venían creciendo a una tasa del 20 por ciento anual en dólares y ahora se pasó a un promedio del 10 por ciento», destacó Gómez Picasso

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Martindale Country Club, Casa en venta, Pilar, Bs. As.

Jueves, julio 7th, 2011

Casa en venta.

Sobre un lote de 1246 m2 (parcela 9) y con un total de 335 m2. se encuentra ubicada esta casa que cuenta con las siguientes características edilicias.

En planta baja:

Living comedor, con bar, chimenea y amplios ventanales al jardín.

Toilette de recepción y dos baños completos.

3 Dormitorios, con amplios placards.

Cocina

Depósito

Quincho con parrilla

Cochera.

Departamento de 2 ambientes con baño para huéspedes o servicio.

Entre piso, donde funciona un amplio play room o 4to. dormitorio, con baño y terraza.

Segunda cochera bajo pérgola.

Aire acondicionado.

Club House

Canchas de golf y polo.

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«Fuga al ladrillo»: las propiedades reemplazaron al sistema bancario y el metro cuadrado, al dólar

Martes, julio 5th, 2011

I Profesional, Buenos Aires, 5 de Julio 2011

«Si los precios de las viviendas suben es porque alguien los paga», afirman desde el sector inmobiliario. La cuestión es que, para muchos argentinos, la compra de un departamento se transformó en la forma de asegurarse una renta jubilatoria. ¿Cuántos de los que escrituran son compradores «genuinos»?

Por Fernando Gutiérrez – María CandiaiProfesional.com

Resultaba muy difícil de entender para un argentino el por qué en 2008 -durante la peor crisis económica que tuvo Estados Unidos desde los años ’30- su moneda, el dólar, se fortalecía frente al resto de las divisas.

«¿Cómo es posible?», se preguntaba. Su razonamiento lo llevaba a pensar que cuando un país se derrumba, también lo debería hacer su signo monetario.

La respuesta se encuentra en que el estadounidense promedio -y también los inversores del mundo- en momentos de incertidumbre se deshacen de los activos asociados al riesgo privado (acciones, bonos, propiedades y títulos respaldados por hipotecas) y se refugian en una moneda dura y en los bonos del Tesoro norteamericano (riesgo soberano).

Para todos los «John», no hay nada más seguro que un papel emitido por el gobierno estadounidense y, en consecuencia, no le importa recibir una tasa de interés mínima.

En cambio, para los «Juan» que habitan por estas pampas, la reacción ante la sensación de riesgo es exactamente la opuesta.

En efecto, buscan desprenderse de todo lo que tenga «olor» a riesgo soberano y refugiarse en un lugar seguro -a resguardo de devaluaciones, intervencionismo estatal, confiscaciones, pesificaciones y otras «yerbas»- que modifiquen las reglas de juego.

Y en la Argentina, esa virtud sólo la cumple un único candidato: el ladrillo.

De manera que ese particular modo argentino de entender el «flight to quality» (vuelo a la calidad) ha llevado a que el porcentaje de argentinos que compran propiedades -no para habitarlas sino como inversión financiera- haya seguido escalando hasta haber alcanzado uno de los registros más altos de la historia.

Ricardo Theller, investigador de la UADE, estima que un 70% de las escrituras tienen como protagonistas a inversores, contra apenas un 30% de compradores «genuinos».

Y agrega que esa proporción se ha exacerbado en los últimos años, lubricada por el ingreso de divisas que reciben quienes se desempeñan en el sector rural y se benefician con los altos precios de la soja y el de otras materias primas que se venden al mundo.

«Es la peor relación histórica en años», afirma, por su parte, Néstor Kreimer, desarrollador inmobiliario, quien recomienda detenerse a observar «cuántas ventanas en los nuevos edificios de Puerto Madero tienen las luces apagadas en forma permanente».

Y su diagnóstico es contundente: «Hay una fuga estructural de capitales, y la soja está en el podio de la salida de dólares. El país tiene un sojaducto por el que entra esa materia prima y salen ladrillos, utilizados como refugio de valor».

Pero no sólo del campo provienen los compradores.

También del sector empresarial y de gente de la city porteña que logró hacerse de fuertes ganancias a lo largo de estos últimos años.

Los primeros, gracias al boom de consumo que disparó sus ventas.

Los segundos gracias al repunte de acciones y bonos, por el cual han llegado a duplicar y hasta triplicar el dinero inicial invertido. Luego, obtenido ese beneficio, el capital generado encontró otro destino.

«Del país salieron del circuito financiero unos 60.000 millones de dólares en los últimos 4 años. Alguien es el dueño de esa plata. Y no son sólo la gente del campo», razonaba un empresario en diálogo con este medio.

Los ladrillos, el nuevo «sistema bancario»
La situación ha llegado a tal nivel que hay quienes afirman que las propiedades se han convertido en el verdadero sistema bancario argentino, entendiéndose como tal aquél que cumple las veces de canalizar el destino de los ahorros de la sociedad.

«El dólar pasó a ser reemplazado por el metro cuadrado como moneda de reserva. Y los desarrolladores inmobiliarios se han transformado en los nuevos banqueros«, es la provocadora definición de Domingo Speranza, socio director de la inmobiliaria Binswanger-Giménez Zapiola.

Para este directivo, «los argentinos ahorran en metros cuadrados; porque le tienen más confianza a esos metros que a la moneda en sí que, además, resulta más riesgosa guardarla».

Agrega que -lejos de lo que podía ocurrir años atrás- no se trata de un tipo de inversión exclusiva de una élite de millonarios, sino que se está expandiendo hacia aquellos segmentos medios que están obteniendo excedentes de capital.

El ladrillo, la futura jubilación
En la misma línea, Damián Tabakman, director de Pampa Real Estate, define al inversor inmobiliario como una persona con una capacidad de ahorro superior a los u$s100.000.

Para Speranza, desde «productores agro-exportadores, pasando por empresarios, profesionales y hasta pequeños ahorristas, todos buscan garantizarse una jubilación o dejarle un departamento a sus hijos», describe.

«No estamos hablando de una persona con conocimientos muy sofisticados. Cuando piensa en el ladrillo no lo hace con una lógica de vender en el corto plazo y hacer una diferencia rápida, sino para resguardar su ahorro«, señala Tabakman.

Yendo aun más lejos, hay quienes creen que los inmuebles ya no están sustituyendo sólo a los bancos sino que empiezan a cumplir el rol de fondo de ahorro jubilatorio, al permitirle a su poseedor la obtención de una renta futura.

En este sentido, el presidente de la Cámara de Corredores Inmobiliarios de Córdoba, Juan Carlos López, afirma que «el inversor del campo se resguarda en la fortaleza del sector inmobiliario».

Asegura que lo que busca es «obtener una renta mensual para así asegurarse su jubilación, ya que el sistema financiero y previsional no le brindan suficiente garantía y certidumbre».

La desconfianza convive con el boom
Es cierto que hoy nadie prevé en la Argentina un colapso financiero ni que los bancos vayan a afrontar problemas de liquidez.

De modo tal que cabría preguntarse si está justificada esa tendencia de correr hacia las propiedades en busca de seguridad.

Y la respuesta de los expertos es que, aunque no haya una percepción de crisis en el corto plazo, la sensación de inestabilidad estructural persiste.

Esa incertidumbre se expresa de diversas formas:

  • En la suba del riesgo país (triplica al de Brasil).
  • En el mantenimiento de un bajo nivel de depósitos en los bancos (es 15,5% del PBI, o de 6% si sólo se consideran los plazos fijos).
  • En el drenaje y fuga de dólares de los últimos cinco años.
  • En la continua presión alcista de los precios inmobiliarios (a un promedio de 10% anual en dólares).

Para Juan José Cruces, decano de la Escuela de Negocios de la Universidad Di Tella, la medida del miedo de los argentinos se refleja en el hecho de que, al comprar un departamento y alquilarlo, están aceptando un muy bajo nivel de retorno con tal de sentir cierta seguridad.

«La renta de una propiedad ha ido bajando hasta ubicarse en un 3%. Es decir, una cifra similar a lo que paga un bono del Tesoro estadounidense a 10 años. Es muy sugerente el hecho de que aquí la gente espere la misma tasa que paga el mejor deudor del planeta, cuando podría comprar otros activos que le dan mucho más», afirma Cruces.

Para este experto, sólo existe una conclusión posible: «El propietario siente que no le van a sacar su departamento y que si tiene problemas con el inquilino, puede ganar un juicio por desalojo».

Cruces destaca un hecho que cobra relevancia. Y es que, en definitiva, «en la Argentina los contratos inmobiliarios han sido respetados, en un país en el cual existe pavura a la confiscación».

Salvador Di Stéfano, consultor con base en Rosario (paradigma del boom de la construcción en los últimos años), plantea la situación de manera bien gráfica.

«Los inversores buscan un resguardo de valor más que una rentabilidad. Están agotados de las confiscaciones y buscan en el ladrillo la posibilidad de dormir tranquilos«.

Ladrillos soja-dependientes
Este fenómeno de «fuga al ladrillo» se ve también con claridad cuando se compara en estos últimos años:

  • El volumen de dinero que los argentinos volcaron al ladrillo.
  • El crecimiento de los depósitos en el sistema financiero 
  • El nivel de salida de capitales

En la interrelación se observa la alta correlación entre salida de capitales, fuga al ladrillo y un nivel de crecimiento de las colocaciones que no se condice con el alto repunte que experimentó la economía argentina (ver infografía).

Al respecto, este año se está produciendo una agudización de la demanda de dólares por parte del público.

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